La actualidad, en lo que a contenidos se refiere, mueve montañas, y montañeros. Es decir, no importa lo bien planificado y ordenado que tengamos nuestro calendario de publicaciones en redes sociales y blog. Está claro que, como si de una redacción de un medio de comunicación se tratase, si hay un tema, aspecto o incluso chascarrillo que la actualidad nos pone “a tiro”, todo lo demás quedará relegado a un segundo plano.

Poco sentido tendría a la hora de elaborar dicho calendario de publicaciones, considerarlo inamovible. No olvidemos que trabajar con una estructura y un orden es fundamental para que nuestra estrategia llegue a buen puerto. Pero igual de importante es que nuestros perfiles y web están vivos, se muevan al son de la actualidad y se hagan eco de los temas que la sociedad demanda.

La actualidad no siempre gusta, pero atrae

Efectivamente, si nos encontramos ante hechos que rompen nuestra rutina, será un engorro tener que volver a empezar o aplazar ese tema tan estupendo que teníamos en agenda. Sin embargo, tengamos muy presente que la actualidad creará tendencia, llamará a nuestra curiosidad poderosamente y se convertirá en gancho para atraer a más público a nuestros perfiles, nuestra web o el blog.

Pero no toda la actualidad vale. Nosotros, en Beanet, siempre recomendamos tener especial cuidado con los temas tratados en redes sociales, como por ejemplo, políticos, religiosos o futbolísticos. En estos aspectos, mejor mantenerse neutrales, salvo que el cliente lo demande expresamente.

Además, cuidado con el modo de manifestarnos ante la vorágine que la actualidad puede provocar. Mejor pensemos dos veces sobre cómo nos vamos a expresar antes de arrepentirnos de lo dicho. Abundan los ejemplos de impulsividad mal canalizada sobre todo en Twitter.

Por eso, recurramos siempre a expertos en gestión de contenidos en Redes Sociales y preguntemos antes de lanzarnos a la aventura de publicar y expresar opiniones provocadas por la actualidad imperante.

Actualidad sí, siempre, pero pasada por el tamiz del sentido común.