Intrépidos, como ya sabéis, en Intrépida también damos cursos de formación. Hoy os traemos un post que ha escrito una de nuestras alumnas, Patricia Ivet Panchi Ortega, sobre el cliente tóxico:
En algún momento de nuestra vida laboral aparecerá una de las peores pesadillas representada en el llamado “cliente tóxico”. Este tipo de cliente actúa de manera abusiva e imprudente ocasionando situaciones incómodas y problemas , que mantenidos en el tiempo pueden producir daños irreparables a la empresa y a los empleados. Entre los cuales podemos mencionar:
- No valoran tu trabajo ya que cuestionan tus conocimientos y habilidades sobre el servicio o producto en cuestión. Además, ponen en duda tus indicaciones y les importa muy poco tu opinión.
- Discuten tus tarifas, se inventan mil excusas, entre otras, la falta de calidad de tu trabajo, para conseguir una rebaja, pagar tarde o simplemente no pagar lo pactado.
- No importa el día y la hora. Quieren que estés a su completa disposición. Entonces, empiezan los mensajes, los emails contínuos o las insistentes llamadas telefónicas buscando presionar y agilizar en tiempo récord el servicio o producto contratado.
- Intenta convencerte de cosas que no ha pagado e intenta pedir “favores” que no están en el presupuesto del servicio que ha contratado. Es recomendable tener un presupuesto cerrado, ofrecerles garantías sobre dicho servicio o producto y no aceptar regateos ni quejas.
- Cuando el cliente tóxico es agresivo y puede llegar a ser violento es importante actuar con diplomacia y fijar ciertos límites. Los cuales son necesarios para mantener en equilibrio tu actividad profesional y no te afecte a nivel personal.
Si este tipo de cliente afecta tu autoestima y causa pérdidas a tu empresa con malos entendidos y disgustos, la mejor opción es quitártelos de encima con elegancia y cautela. Y, en próximos trabajos que ellos te ofrezcan con educación, con un argumento convincente y buenas formas, los rechazas.
Por este motivo, cada empresa o negocio realiza una selección de aquellos clientes con los que prefiere trabajar y con los que pueda mantener relaciones sanas y beneficiosas para ambas partes.
Esperamos que este post os haya parecido interesante y ya sabéis, ¡Huid de los clientes tóxicos!
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