Las empresas siempre tienen algo que comunicar, presentar o celebrar, por este motivo, el sector de los eventos de empresa sigue vivo y le auguro un futuro prometedor.
En la “era digital” una industria como la de los eventos de empresa debe mostrar su potencial tecnológico, a la vez que demostrar creatividad y ofrecer una buena dosis de emoción.
El área de los eventos de empresa permanecerá como la única comunicación tangible, cercana y no digital si consigue proporcionar recuerdos imborrables. En el siglo XXI tenemos que apostar por experiencias impactantes y contenidos de calidad y, para ello, la oferta de temáticas, proveedores y ubicaciones disponibles es infinita.
Las grandes compañías lo tienen presente y confían en las empresas de organización de eventos para llegar a sus clientes y prescriptores con un mensaje novedoso.
Un evento afianza la reputación de la empresa que lo realiza
Son las pymes las que todavía no creen en la repercusión que este tipo de comunicación a través de eventos de empresa puede tener sobre sus intereses. Mi sugerencia es reservar una parte del presupuesto de su plan anual para probar y organizar un evento de empresa porque los efectos derivados de esta práctica siempre son positivos, si se realiza con una conveniente planificación.
Tanto si se trata de un acontecimiento interno (aniversario, resultados económicos favorables, fiesta de empleados…) como si es el caso de una presentación a la prensa, una jornada con mesas redondas o el lanzamiento de un nuevo producto a los distribuidores, debemos tener muy claro tres cosas: lo que queremos comunicar, a quién vamos a invitar y el importe destinado para ello. El resto se resuelve contratando una agencia de eventos que posea una magnífica trayectoria profesional.
Pilar Candil es la autora de este artículo. Es periodista, RRPP y Project Manager de eventos.